domingo, 30 de agosto de 2009

Tupac Amaru en apoyo al proyecto de ley de medios

Suscribite al boletin de novedades La Tupac Amaru acompañó al Gobierno Nacional en la presentación del proyecto de Ley de Servicio de Medios Audiovisuales al Congreso para reemplazar la ley 22.285, heredada de la dictadura. La Tupac Amaru concentró en la Plaza de Mayo, para participar del anuncio que la Presidenta Cristina Fernández realizó acerca de la presentación del proyecto de Ley de Servicios Audiovisuales al Congreso. El Acto se realizó en el Salón de las Mujeres de la Casa Rosada, pero tuvo su eco en la plaza de Mayo.Luego de escuchar el discurso de la Presidenta, cientos de compañeros marcharon desde la Plaza de Mayo hasta la Plaza de los dos Congresos para apoyar con fervor y alegría, el nuevo proyecto de Ley.Este proyecto fue debatido en foros que contaron con el auspicio de 11 gobernaciones y 25 universidades nacionales.El nuevo proyecto, con las cincuenta modificaciones que quedaron tras la sistematización de 1200 aportes individuales, fue enviado a Presidencia y a la Secretaría Legal y Técnica el 10 de julio.Los cambios más importantes tienen que ver con las la revisión de licencias cada dos años, la convivencia entre cooperativas de servicios públicos y distribuidoras de TV por cable de alcance local en el Interior, el desembarco de las telefónicas a la comunicación audiovisual y la regulación para el triple play. Otros cambios apuntan a ampliar los derechos de pueblos originarios, hacer más federal el funcionamiento de la Defensoría del Público y declarar el espectro radioeléctrico como un bien público.

miércoles, 26 de agosto de 2009

Entrañable encuentro con Fidel

Los diez jóvenes abogados recién graduados de la Universidad de Carabobo, integrantes de la segunda promoción "Fidel Castro", sostuvieron en la mañana del día 22 de agosto un emotivo encuentro de varias horas con Fidel. En nombre de nuestro pueblo, Fidel les expresó el agradecimiento por su gesto, que interpreta como un reconocimiento a la obra de la Revolución. Examinaron de conjunto pasajes del anterior encuentro que hace 14 años se produjo con la promoción de abogados de 1995 que tuvo similar iniciativa hacia Cuba, y abordaron numerosos aspectos relacionados con las Revoluciones bolivariana y cubana, junto a otros temas de actualidad. El intercambio en torno a la contaminación ambiental, el cambio climático y la marcha de las misiones sociales en Venezuela, fue fluido y cargado de anécdotas de interés. En las postrimerías del encuentro, los jóvenes abogados recibieron un ejemplar de las últimas reflexiones del compañero Fidel, tituladas "El imperio y los robots", firmadas por él, y ofrecieron a nuestro líder emotivas muestras de cariño.

viernes, 14 de agosto de 2009

Encuentro Nacional de Curas en la Opción Preferencial por los Pobres

Mensaje del grupo Desde hace ya más de 20 años, el Grupo Nacional de Curas en la Opción por los pobres nos reunimos en nuestro encuentro anual. Convencidos que Dios nos invita a decir una palabra, quisiéramos decirla para acompañar a nuestros hermanos y hermanas en estos momentos que nos tocan vivir como nación. Creemos que estamos en momentos de serias dificultades, pero a su vez, momentos de esperanza, momentos de desafío como pueblo. Vemos que hay fuerzas muy poderosas que quieren frenar todo camino que ayude y aliente espacios de vida y de justicia: fuerzas que se desentienden totalmente de la realidad de los pobres, aunque los utilicen para sus propios fines; fuerzas que sólo buscan enriquecerse, aunque empobrezcan más y más la tierra, las aguas y los hermanos; fuerzas que no temen manipular la opinión pública y si fuera necesario acompañar todo proceso destituyente mirando sólo sus propios intereses y no el bien común; fuerzas sólo preocupadas por el incremento ilimitado de su patrimonio sin una genuina preocupación por una justa distribución de la renta, la tierra y la vida digna. Pero vemos también espacios de vida y esperanza que nacen particularmente de los pobres, de su fe, de su resistencia y su amor a la vida. Entre unas y otras queremos destacar particularmente: + vemos palabras y actitudes antidemocráticas y sumamente peligrosas para nuestro futuro en dirigentes sociales, políticos, sindicales y eclesiásticos de nuestro país y del extranjero; + vemos con alarma - también en nuestro país y el extranjero- un aumento del poder y la influencia de los medios de comunicación, capaces de instalar candidatos y temas, y a su vez de voltearlos sin preocuparse en nada por el bien de la patria y la vida de los pobres; + vemos un peligroso recrudecimiento de tensiones ideológicas, que nos recuerdan los peores momentos de nuestra historia, y del mundo; + vemos una crisis peligrosa de legitimidad en todos los ámbitos de lucha y participación ciudadana, especialmente el ámbito político, que desalienta o banaliza los espacios de transformación de la sociedad, alentado por el descrédito de la política y los políticos, la sensación y convencimiento generalizado de corrupción y enriquecimiento ilícito, y la imagen frecuentemente alentada desde los medios de que no se puede cambiar la sociedad "tal como está". Como elementos peligrosos para nuestro presente, de un modo particular, hemos notado: a.. un reforzamiento político de los sujetos de poder absolutamente indiferentes a la vida y muerte de los pobres, sean personajes de la llamada "Mesa de enlace", de agrupaciones empresarias -sean la Unión Industrial o la autodenominada Asociación cristiana de Dirigentes de Empresa, o sectores de la política, muchos de ellos triunfantes en las recientes elecciones; b.. la preocupante crisis económica internacional de la que no se ve, al menos por ahora, una salida segura, especialmente por los nocivos efectos que produce entre los pobres, y de la que nos resulta incomprensible que se rescate a bancos, causantes una vez más de la crisis, y no a las víctimas, que la padecen, del propio país o del extranjero; c.. algunos preocupantes indicios internacionales que nos urgen a permanecer alerta, también por las habituales repercusiones futuras en nuestro país, como las revueltas en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia; las matanzas de indígenas en Perú; y particularmente las nuevas bases militares de los EEUU en Colombia y el golpe de estado en Honduras (sin ignorar, en esto, la pobre reacción de sectores de altas jerarquías eclesiásticas de algunos de estos países): d.. una constante utilización de los pobres para aprovecharse de ellos, para crear clima de descontento, provocar sensación de malestar sin estar realmente preocupados por la situación concreta, de los pobres concretos; sin atacar o denunciar las verdaderas causas de la pobreza -el sistema capitalista del que no terminamos de desprendernos-, sino aprovechar su situación en favor del propio proyecto personal o corporativo; e.. Una capacidad grave y preocupante de los MCS -particularmente de los grandes oligopolios multimediáticos- de instalar agendas, imponer temas a la sociedad, o personajes como salvadores o adversarios del presente y el futuro, siendo que en muchísimos casos no parecen responder a una sincera pasión por la verdad sino a intereses políticos o económicos que nunca se han caracterizado por defender a los pobres y sus proyectos. f.. Una dolorosa incapacidad de ciertos sectores de la jerarquía eclesiástica, que proponen modelos eclesiales de siglos pasados y parecen incentivar cazas de brujas y no modelos capaces de dar la vida por su pueblo, la liberación y el florecimiento del reino de Dios. Pero vemos también señales de esperanza que nos alientan: a.. para empezar, señales de vida que percibimos y celebramos en medio de la misma gente a la que acompañamos y de la que aprendemos a diario; b.. una serie de caminos y proyectos que nos invitan a recordar que "otro mundo es posible" y presentan pequeños o grandes signos de resistencia y vida como vemos en comunidades, pueblos o en algunos dirigentes sociales y gobiernos de países hermanos; c.. el camino de nuevas organizaciones, de participación ciudadana, redes sociales particularmente entre los pobres, y el fortalecimiento de la sociedad civil; d.. como signo fuerte de todo esto, no podemos menos que mirar con admiración y gratitud la capacidad de nuestros hermanos indígenas en su amor, respeto y cuidado a la madre tierra y su capacidad de encuentro con los demás para luchar juntos por una tierra sin males. Capacidad que, sin dudas, queremos aprender y acompañar en nuestras vidas y comunidades.Somos curas que queremos caminar en medio de nuestro pueblo, acompañando los dolores y las celebraciones. Y sabemos que muchas veces no hemos sabido serlo. Hay entre nosotros anti-testimonio, que a nosotros nos duele y a ustedes los lleva al descrédito y la desesperanza; hay miembros de nuestra comunidad eclesial que niegan sus raíces, que se manifiestan cercanos al poder y lejanos de los dolores y opresiones, o incluso desconectados gravemente de la realidad, o silenciosos ante palabras claras que se nos reclaman. Por eso queremos renovar cada día nuestra opción y compromiso de ser fieles al evangelio de Jesús, el que anuncia buenas noticias a los pobres, a la Iglesia que el gran profeta Juan XXIII llamó "Iglesia de los pobres" y al pueblo del que somos parte y al que queremos servir con nuestras limitaciones pero con nuestra pasión por la justicia y la vida. Contamos con todos estos signos de vida y del reino de Dios, y con ustedes para buscar juntos que florezca la vida que Dios sigue sembrando entre nosotros. Florencio Varela, 13 de agosto de 2009

martes, 11 de agosto de 2009

Reflexiones del compañero Fidel - Las bases yanquis

Cubadebate - El concepto de nación surgió de la suma de elementos comunes como la historia, lenguaje, cultura, costumbres, leyes, instituciones y otros elementos relacionados con la vida material y espiritual de las comunidades humanas. Los pueblos de la América, por cuya libertad Bolívar realizó las grandes hazañas que lo convirtieron en El Libertador de pueblos, fueron llamados por él a crear, como dijo: “la más grande nación del mundo, menos por su extensión y riquezas que por su libertad y gloria”. Antonio José de Sucre libró en Ayacucho la última batalla contra el imperio que había convertido gran parte de este continente en propiedad real de la corona de España durante más de 300 años. Es la misma América que decenas de años más tarde, y cuando ya había sido cercenada en parte por el naciente imperio yanki, Martí llamó Nuestra América. Hay que recordar una vez más que, antes de caer en combate por la independencia de Cuba, último bastión de la colonia española en América, el 19 de mayo de 1895, horas antes de su muerte, José Martí escribió proféticamente que todo lo que había hecho y haría era para “…impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de América”. En Estados Unidos, donde las 13 colonias recién liberadas no tardaron en extenderse desordenadamente hacia el Oeste en busca de tierra y oro, exterminando indígenas hasta que arribaron a las costas del Pacífico, competían los Estados agrícolas esclavistas del Sur con los Estados industriales del Norte que explotaban el trabajo asalariado, tratando de crear otros Estados para defender sus intereses económicos. En 1848 arrebataron a México más del 50 por ciento de su territorio, en una guerra de conquista contra el país, militarmente débil, que los llevó a ocupar la capital e imponerle humillantes condiciones de paz. En el territorio arrebatado estaban las grandes reservas de petróleo y gas que más tarde suministrarían a Estados Unidos durante más de un siglo y lo siguen en parte suministrando. El filibustero yanki William Walker, estimulado por “el destino manifiesto” que proclamó su país, desembarcó en Nicaragua en el año 1855 y se autoproclamó Presidente, hasta que fue expulsado por los nicaragüenses y otros patriotas centroamericanos en 1856. Nuestro Héroe Nacional vio cómo el destino de los países latinoamericanos era destrozado por el naciente imperio de Estados Unidos. Después de la muerte en combate de Martí se produjo la intervención militar en Cuba, cuando ya el ejército español estaba derrotado. La Enmienda Platt, que concedía al poderoso país derecho a intervenir en la Isla, fue impuesta a Cuba. La ocupación de Puerto Rico, que ha durado ya 111 años y hoy constituye el llamado “Estado Libre Asociado”, que no es Estado ni es libre, fue otra de las consecuencias de aquella intervención. Las peores cosas para América Latina estaban por venir, confirmando las geniales premoniciones de Martí. Ya el creciente imperio había decidido que el canal que uniría los dos océanos sería por Panamá y no por Nicaragua. El istmo de Panamá, la Corinto soñada por Bolívar como capital de la más grande República del mundo concebida por él, sería propiedad yanki. Aun así, las peores consecuencias estaban por venir a lo largo del Siglo XX. Con el apoyo de las oligarquías políticas nacionales, los Estados Unidos se adueñaron después de los recursos y de la economía de los países latinoamericanos; las intervenciones se multiplicaron; las fuerzas militares y policiales cayeron bajo su égida. Las empresas transnacionales yankis se apoderaron de las producciones y servicios fundamentales, los bancos, las compañías de seguros, el comercio exterior, los ferrocarriles, barcos, almacenes, los servicios eléctricos, los telefónicos y otros, en mayor o menor grado pasaron a sus manos. Es cierto que la profundidad de la desigualdad social hizo estallar la Revolución Mexicana en la segunda década del Siglo XX, que se convirtió en fuente de inspiración para otros países. La revolución hizo avanzar a México en muchas áreas. Pero el mismo imperio que ayer devoró gran parte de su territorio, hoy devora importantes recursos naturales que le restan, la fuerza de trabajo barata y hasta lo hace derramar su propia sangre. El TLCAN es el más brutal acuerdo económico impuesto a un país en desarrollo. En aras de la brevedad, baste señalar que el Gobierno de Estados Unidos acaba de afirmar textualmente: “En momentos en que México ha sufrido un doble golpe, no solo por la caída de su economía sino también por los efectos del virus A H1N1, probablemente queremos tener la economía más estabilizada antes de tener una larga discusión sobre nuevas negociaciones comerciales.” Por supuesto que no se dice una sola palabra de que, como consecuencia de la guerra desatada por el tráfico de drogas, en la que México emplea 36 mil soldados, casi cuatro mil mexicanos han muerto en el 2009. El fenómeno se repite en mayor o menor grado en el resto de América Latina. La droga no solo engendra problemas graves de salud, engendra la violencia que desgarra a México y a la América Latina como consecuencia del mercado insaciable de Estados Unidos, fuente inagotable de las divisas con que se fomenta la producción de cocaína y heroína, y es el país de donde se abastecen las armas que se emplean en esa feroz y no publicitada guerra. Los que mueren desde el Río Grande hasta los confines de Suramérica son latinoamericanos. De este modo, la violencia general bate récord de muertes y las víctimas sobrepasan la cifra de 100 mil por año en América Latina, engendradas fundamentalmente por las drogas y la pobreza. El imperio no libra la lucha contra las drogas dentro de sus fronteras; la libra en los territorios latinoamericanos. En nuestro país no se cultivan la coca ni la amapola. Luchamos con eficiencia contra los que intentan introducir drogas en nuestro país o utilizar a Cuba como tránsito, y los índices de personas que mueren a causa de la violencia se reduce cada año. No necesitamos para ello soldados yankis. La lucha contra las drogas es un pretexto para establecer bases militares en todo el hemisferio. ¿Desde cuándo los buques de la IV Flota y los aviones modernos de combate sirven para combatir las drogas? El verdadero objetivo es el control de los recursos económicos, el dominio de los mercados y la lucha contra los cambios sociales. ¿Qué necesidad había de restablecer esa flota, desmovilizada al final de la Segunda Guerra Mundial, hace más de 60 años, cuando ya no existe la URSS ni la guerra fría? Los argumentos utilizados para el establecimiento de siete bases aeronavales en Colombia es un insulto a la inteligencia. La historia no perdonará a los que cometen esa deslealtad contra sus pueblos, ni tampoco a los que utilizan como pretexto el ejercicio de la soberanía para cohonestar la presencia de tropas yankis. ¿A qué soberanía se refieren? ¿La conquistada por Bolívar, Sucre, San Martín, O´Higgins, Morelos, Juárez, Tiradentes, Martí? Ninguno de ellos habría aceptado jamás tan repudiable argumento para justificar la concesión de bases militares a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, un imperio más dominante, más poderoso y más universal que las coronas de la península ibérica. Si como consecuencia de tales acuerdos promovidos de forma ilegal e inconstitucional por Estados Unidos cualquier gobierno de ese país utilizara esas bases, como hicieron Reagan con la guerra sucia y Bush con la de Iraq, para provocar un conflicto armado entre dos pueblos hermanos, sería una gran tragedia. Venezuela y Colombia nacieron juntos en la historia de América tras las batallas de Boyacá y Carabobo, bajo la dirección de Simón Bolívar. Las fuerzas yankis podrían promover una guerra sucia como hicieron en Nicaragua, incluso emplear soldados de otras nacionalidades entrenados por ellos y podrían atacar algún país, pero difícilmente el pueblo combativo, valiente y patriótico de Colombia se deje arrastrar a la guerra contra un pueblo hermano como el de Venezuela. Se equivocan los imperialistas si subestiman igualmente a los demás pueblos de América Latina. Ninguno estará de acuerdo con las bases militares yankis, ninguno dejará de ser solidario con cualquier pueblo latinoamericano agredido por el imperialismo. Martí admiraba extraordinariamente a Bolívar y no se equivocó cuando dijo: “…así está Bolívar en el cielo de América, vigilante y ceñudo… calzadas aún las botas de campaña, porque lo que él no dejó hecho, sin hacer está hasta hoy: porque Bolívar tiene que hacer en América todavía.” Fidel Castro RuzAgosto 9 de 20096 y 32 p.m.

domingo, 2 de agosto de 2009

Martínez de Hoz merece el mayor de los respetos

"Martínez de Hoz merece el mayor de los respetos", dijo, en una suerte de acto de provocación, el titular de Confederaciones Rurales Argentinas, Mario Llambías, en medio de un acto en la Sociedad Rural de Palermo. Segundos después aclaró que el elogio estaba dirigido al fundador de esa centenaria institución, cuyo apellido no sólo está ligado al más alto linaje del campo sino también al ex ministro de Economía de la última dictadura, José Alfredo Martínez de Hoz.
02-08-2009 / El lunes pasado, en la asamblea de la rural, los líderes de las cuatro patronales agropecuarias se dejaron fotografiar en un gesto que muestra su fuerza y sus ambiciones. El sociólogo Gabriel Puricelli, el historiador Pablo Hupert y el filósofo Dante Palma analizan la imagen. Por Gabriel PuricelliSociólogo (UBA) y analista políticoRetrato de familia de los dueñosLa elocuencia de las imágenes es un lugar muy comúnmente visitado. Su valor diferencial respecto de la palabra, su capacidad de condensar significados, de decirle a aquel que mira mucho más de lo que una larga argumentación lograría transmitir es una idea que aprendemos a aceptar desde que nacemos. Las miradas que se pueden echar a una foto son tan diversas, que pocas personas públicas se atreven a improvisar respecto de qué foto se dejan sacar, ni desperdician la oportunidad de salir en una que los vaya a favorecer. La foto no siempre es justa con quien la protagoniza y no siempre es éste consciente de estar siendo seguido por un lente, ni de que una cámara se apresta a capturar ese gesto, ese rictus, ese ademán que tendrá un derecho a la inmortalidad del que los humanos no gozamos. La falta de cautela, la vigilancia de los otros, el voyeurismo ocasional son a veces los únicos y azarosos conductos hacia la posibilidad de sobrevivirnos que existen. Nos acechan para desfavorecernos, tanto como están a mano para que podamos dejar alguna huella detrás. Dan lugar a la manifestación de la banalidad o ponen en evidencia pensamientos y los transforman de pronto en legibles. La experiencia del turista administrada por los guías se puede entonces fraccionar en Kodak moments y la acción del personaje objeto del marketing de campaña pública puede ser vista en parte como una sucesión de photo opportunities.En muchos casos, la improvisación, el genio inasible que dispara el obturador en el momento exacto en que una escena está más cargada de significado, está sin saberlo al servicio de una estrategia que no es en nada improvisada.Algo de esto nos cuenta el elocuente retrato de los líderes de las patronales agropecuarias que tanto circuló en medios gráficos y electrónicos de esta semana. Nada le resta al mérito del inspirado reportero gráfico que la obtuvo, el hecho de que se trata de una imagen cuya carga de significado es totalmente intencional. Retrata una unidad entre agremiaciones de propietarios que la historia sugería que no podría durar lo que ha durado, a pesar de los intereses dispares que cada una de las siglas defendieron a lo largo del buen siglo de historia que tienen algunas de ellas detrás. Destaca unos pechos henchidos que siguen alzando estentóreos un reclamo corporativo que no varía con los cambios que ha tenido en el pasado año y medio la situación económica del país y del mundo. Muestra a cuatro jefes siguiendo al unísono una partitura que escanden afinados, en un momento en que varios de los sectores que fueron unidos a las elecciones se ahogan en una cacofonía de voces disonantes. Refleja la confianza de quienes se han convencido de que la mayoría de los votos que el 28 de junio se opusieron a las listas patrocinadas por el gobierno han pasado a engrosar sus propiedades.En cada rostro se puede escrutar un pensamiento íntimo distinto. La felicidad de un Hugo Biolcati que siente que no sólo es dueño de casa, sino que se solaza en saber que la suya es ahora una en la que se sienten a gusto algunos enemigos de antes. El orgullo de un Mario Llambías que sabe que el espíritu de clase ahora se puede llevar en público con desparpajo. El desafío de un Eduardo Buzzi que saca pecho ratificando su decisión de mantenerse en compañía de viejos enemigos para enfrentar a uno nuevo. La lucha íntima en un Carlos Garetto que trata de no desentonar con el gesto fiero de sus colegas, pero decidido a mantener el perfil más bajo de todo el cuarteto.En este mundo de la revolución digital, el difundido uso de ese soporte hace imposible borrar la huella que la fotografía registra. Por el contrario, esa huella se multiplica y se proyecta en miles de retinas, pero -sobre todo- queda grabada en miles de discos rígidos. Alguno que está en esa foto y no debería, haría bien en percatarse de que ya no está disponible la estrategia que, en el mundo analógico, hacía borrón y cuenta nueva con un sencillo e imperativo: ¡Quemá esa foto!.Por Pablo HupertHistoriadorLa cosa se puso peliaguda, pero no tanto, no vaya a creer. El tema de la facultad extraordinaria (o superpoder) de reasignar partidas presupuestarias es un buen ejemplo. Se baja el límite reasignable de 100 a 5% del presupuesto, pero el kirchnerismo nunca llegó a reasignar mucho más que el 4%: la limitación no parece limitar demasiado. Aun así, el Gobierno se muestra cediendo y la oposición celebrándolo.La reasignación permite al menos dos cosas: por un lado, adaptar las medidas de Gobierno a circunstancias siempre cambiantes, es decir, gobernar; por otro, cultivar la connivencia entre sector privado y sector público, es decir, dar estímulo económico al sector privado y medios de vida a la clase política. No parece bueno para nadie, entonces, ni para Gobierno ni para oposición, que se impida reasignar partidas presupuestarias a discreción del Ejecutivo. A la vez, sin embargo, cada sector político (manifiestamente, las provincias) busca que las modificaciones que se hagan terminen favoreciéndolos, pero sin quitar desfinanciar al Estado de cuya operatividad dependen sus privilegios.Todos pegan, pero nadie quiere derribar al oponente –no sea cosa de que al caer derribe el mismísimo ring donde pelean. Solemos creer que un análisis político consiste en contar y aquilatar los puñetazos que los contendientes tiran. Dejémonos de eso; pensemos el ring. Las elecciones han debilitado al Ejecutivo Nacional. La cuestión, para todos los actores, es cómo sacar tajada de este hecho. Sin embargo, tienen tantas ventajas que obtener como riesgos que evitar.La oposición debe capitalizar su triunfo electoral pero sin poner en riesgo la gobernabilidad. “Que nadie crea que haber triunfado en una elección te permite ser triunfalista”, aseveró De Narváez.El Gobierno debe mantener fuerza de gobierno a la vez que ceder el poder que las elecciones le quitaron. Para eso, debe lograr que cierren las cuentas fiscales, mantener la iniciativa, conservar discrecionalidad, pero también una opinión pública favorable.Ambos, oposición y gobierno deben cuidarse de que el aparataje político parezca innecesario o quede inoperante. Conti reconvino: “Necesitamos una oposición seria”. La clase política (Gobierno y oposición) debe atender el pronunciamiento de las urnas y a la vez mantenerse como clase política. Es decir, conservar su capacidad de mantener el orden y de vivir del Estado.La Mesa de Enlace también busca sacar tajada del debilitamiento del Ejecutivo, pero corre riesgos distintos, ya que no tiene un compromiso directo con la salud del sistema político. Necesita, por un lado, mostrar a sus dirigidos que es una buena herramienta para alcanzar los objetivos que el sector busca, y por otro, evitar una combatividad que la deje sola en mitad de la batalla. La simpatía general que obtuvo en 2008 y el espacio mediático que aun le dan parecen insuficientes para romper lanza. Los medios le dan espacio, pero las cacerolas no parecen acompañarlos esta vez. Ahora que a gobernadores y oposición se les abrieron otros canales de diálogo y presión, romper lanza parece inoportuno. Sermonearon Solá y De Narváez: los ruralistas se pasaron de rosca con sus dichos del 27; Buzzi se moderó: “no queremos dinamitar puentes; estamos obligados a jugar al ajedrez”. Abreviando. El asunto, tanto para gobierno como para oposición, no es mejorar la democracia, perfeccionar el régimen político, fortalecer las instituciones ni ninguno de los otros clichés republicanos a que se recurre. El asunto es mantener la relevancia social del Estado, jaqueada desde arriba en los ’90 y desde abajo en 2001.El cuadrilátero donde pelean los actores es precario. Para poder seguir peleando, todos deben cuidar que no se rompa. La pelea de la hora es un complejo entramado de disyuntivas. Cada sector necesita mantener o ampliar sus privilegios y por lo tanto, pelear; cada sector necesita hacerlo cuidadosamente, y por lo tanto, consensuar –no sea cosa que se fracture el precario sistema político argentino. La clase política, el Estado sobrevivirán si a su vez logran sortear otra encrucijada: satisfacer a los sectores en pugna sin perder fuerza operativa. Sobrevivirán si mantienen alguna relevancia social.Mesa con síndrome de MunchausenPor Dante Augusto PalmaFilósofoCada vez son más frecuentes los casos de lo que se conoce como síndrome de Munchausen por poderes, esto es, una alteración psicológica por la cual el afectado por esta patología promueve que las personas que están a su cargo sufran sucesivos trastornos de salud lo cual puede llevarlos incluso a la muerte. Los que portan este síndrome buscan ser compadecidos ante lo que es un aparente destino sacrificial y a tal fin utilizan todo tipo de artilugios, hasta formas de envenenamiento, para que la persona a cargo nunca pueda quebrar el círculo vicioso de distintas afecciones. Esta parece ser la lógica de la Mesa de Enlace desde el 28 de junio. Los representantes de las principales entidades del campo, simplificada y tendenciosamente, consideran que en las últimas elecciones la polarización estuvo dada entre el campo y el Gobierno y que todo voto que no fue al kirchnerismo se transforma automáticamente en un voto a favor de un reclamo que, como una pendiente resbaladiza, comenzó por una disputa técnica sobre un porcentaje en las retenciones para transformarse en una discusión política en torno al modelo de país. Ese deslizamiento que se mueve pendular y esquizofrénicamente entre una crítica a las formas del Gobierno y la denuncia al contenido de las políticas kirchneristas, probablemente comience a desbalancearse hacia el segundo de estos términos más por el debilitamiento del Gobierno que por mérito propio. Por ello, no debe extrañar que el embate contra el Gobierno se dirija a romper el cerco del obediente superávit fiscal que hoy se mantiene sólo a nivel primario atacándolo desde diferentes ángulos: por un lado declarando insuficiente toda negociación que no tenga como fin la eliminación de las retenciones o, en su defecto, apoyando una desorbitante ola de subsidios con beneficio equivalente; por otro lado, esto estará acompañado por la tan irresponsable como hipócrita propuesta de sectores de centro derecha en torno a un ingreso universal por hijo y a la presión de la UIA por subir el tipo de cambio bastante más allá que la inflación y mantener a dique las paritarias. Este modelo de desfinanciamento del Estado que llevaría inmediatamente al fin de las políticas neokeynesianas, tendría como corolario la necesidad de acercamiento a los organismos de Crédito internacional, lo cual no es otra cosa que aceptar el convite del brazo ejecutor del síndrome de Munchausen por poderes económicos. Con la misma ambigüedad del farmakón griego que cura y enferma a la vez, el FMI volvería a entrar a escena para cubrir el déficit generado por la ausencia de la entrada de divisas vía retenciones a la soja y por un ingreso universal por hijo que hará las veces de paliativo hasta ser pulverizado por la inflación consecuencia de la subida del dólar. El eterno retorno de la historia no hace falta desarrollarlo: el Modelo de la Mesa de Munchausen plantea el retorno al endeudamiento del Estado en pos de un sector que se ha visto beneficiado por una coyuntura única e irrepetible. Un endeudamiento que ni literal ni metafóricamente es gratuito y que nos expondrá a repetir el viejo error de no observar que quien dice darnos el santo remedio, poco a poco, acabará matándonos.