ECUADOR: Un Golpe a la Democracia Suramericana.
Por Alicia Kirchner
“Rebelión policial”, tituló el oligopolio mediático argentino, a lo que fue un claro intento de golpe de Estado a la democracia Ecuatoriana. Se procuraba de esta forma nuevamente desestabilizar la vida democrática de un país por parte de los mismos sectores económicos y políticos, con el postrero fin de impedir la consolidación de proyectos de naciones democráticas, nacionales y populares. De tal modo trataron de repetir la experiencia de Honduras, pero esta vez no pudieron; las corporaciones mediáticas nuevamente cómplices de un Golpe de Estado en la región.
Pero este Golpe de Estado tuvo una respuesta política regional que dejó sin oxígeno político a los golpistas y a sus cómplices. La Unión de Naciones Suramericanas, UNASUR, conducida por su Secretario Ejecutivo, Néstor Kirchner, demostró nuevamente su dimensión y volumen político, al lograr con increíble celeridad y contundencia, el rechazo unánime por parte de todos los países de la región al Golpe de Estado en Ecuador. El pronunciamiento se realizó en Buenos Aires, y determinó que en los casos de nuevas interrupciones a los procesos constitucionales y democráticos se adoptarán medidas concretas tales como, el cierre de fronteras, suspensión del comercio, tráfico aéreo, provisión de energía, servicios y otros suministros. La democracia unida de la Patria Grande desalentó y desbarató esa chirinada de los golpistas.
La realidad es la única verdad, dijo nuestro líder, Juan PERÓN, parece que las fuerzas de la antipatria desconocen esa realidad cual es la unidad de estas democracias que, con 200 años de historia compartida, de ideales y sueños comunes, han decidido estar de pie, evitar el despojo de la libertad y democracia conquistada, y mantenerse vigilantes ante el peligro común .
Este siglo XXI, nos encuentra transitando unos de los momentos de integración suramericana más intensos en términos políticos, económicos y sociales, que recuerde nuestra historia. Quizás como suramericanos no podamos definir el rumbo de los procesos económicos y sociales a nivel mundial, pero si estamos en condiciones de decidir soberanamente como y en que condiciones, jugaremos en el concierto de las naciones. La democracia ya es parte de la identidad Suramericana.
Esa voluntad política de los pueblos suramericanos la expresa hoy el UNASUR, donde los presidentes de los Estados que lo componen, se parecen hoy mas que nunca a sus pueblos, como dice nuestra presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Y como pueblo lo sorprendente de este golpe de Estado a Ecuador, es que los Argentinos, y todos los suramericanos sentimos en lo mas profundo que era un golpe hacia nuestra propia Nación, en nuestro territorio, a nuestra propia patria, la Patria Grande.
Nuestra historia común, los recuerdos de las consecuencias de la Doctrina de Seguridad Nacional y los golpes cívico-militares en el siglo XX en nuestro continente, nos hizo movilizar y pronunciarnos a favor de la continuidad de los procesos democráticos, y revalorizar por sobre las corporaciones económicas-mediáticas, el rol de los Estados Nacionales como garantes de la constitución y de la voluntad popular de las mayorías en nuestra Suramérica.
La Corriente de Liberación e Integración Nacional (COLINA), comprende que el proceso de liberación nacional, solo es posible si la liberación se produce a escala suramericana. El camino para la liberarnos de las cadenas del Neoliberalismo, es definitivamente el de la democracia; la democracia nos posibilita el escenario para que las visiones de modelos de país, se discutan, debatan y por medio de la voluntad popular de las mayorías, se decida por cual de los modelos transite nuestro país y el continente durante el siglo XXI. Sin democracia, no hay lugar para la expresión de las voces de las mayorías populares, sin democracia los proyectos de justicia social, de distribución de las riquezas y soberanía popular son de imposible realización. Sin democracia, regresaría la preeminencia del mercado por sobre el Estado, la política nuevamente se subordinaría a las corporaciones, los procesos de liberación se interrumpirían, los Estados Nacionales serian victimas de las tratados de libre comercio, y el ALCA renacería luego de su muerte decretada por los presidentes Suramericanos en el año 2005 en Mar del Plata.
Esta Corriente de Liberación entiende que detrás de un Golpe de Estado, están y estuvieron siempre los intereses antipopulares, los sectores conservadores y reaccionarios, aliados a los intereses imperiales, que comprenden que el sistema democrático debe estar vigente en la medida que responda sus demandas, y que cuando esa democracia se asume participativa, con una clara voluntad de construir ciudadanía plena a partir de la realización y conquista de derechos económicos, sociales y culturales para todo el pueblo, la interrumpen por la fuerza y no por el voto. Por eso estamos convencidos que la mejor forma de defender la democracia Suramericana es fortaleciendo los procesos de integración nacional como propone nuestra corriente, pero también a partir de la integración suramericana, en términos políticos, como lo ha demostrado la UNASUR; ahora el desafió para fortalecer la democracia es la integración social y cultural de los pueblos de Suramérica, para que este siglo XXI, nos encuentre UNIDOS y LIBERADOS.
